SÁBADO 28 DE ABRIL
Maletas cargadas de ilusión y nervios. Es nuestra primera competición internacional y queremos estar a la altura pero también queremos pasárnoslo bien y disfrutar de las visitas culturales que Cracovia nos ofrece.
Son las 4.45 de la madrugada y estamos en la parada esperando el bus que nos llevará a Madrid. Últimos besos y abrazos de despedida para los que se quedan y…allá vamos. Los primeros kilómetros son de incredulidad; aún no nos hacemos a la idea de que esta noche dormiremos a más de tres mil kilómetros de casa. Es el viaje más largo de nuestras vidas . Pero poco a poco el sueño, o por lo menos la intención de dormir nos va venciendo y en pocos minutos se hace el silencio. Unas duermen…otras lo intentan, pero el dichoso asiento parece que no está por la labor de dejarnos conseguirlo.
Hacemos una parada a mitad de camino. Llueve. Aprovechamos para estirar las piernas y al poco rato volvemos al bus para ya bajarnos definitivamente en la T2 de Madrid. Una vez dentro de la terminal parece que nos an sacado de una película de Paco Martínez Soria, de aquellas que echaban en cine de barrio. No tenemos ni idea de a donde ir, aunque tardamos poco en descubrirlo. Mientras lo descubrimos risas y más risas. Facturamos maletas, localizamos la puerta de embarque, almorzamos y sólo nos queda esperar. Y vaya que si esperamos! el avión viene con retraso de 20 minutos. Este hecho no me preocuparía si no tuviéramos que hacer trasbordo en la ciudad alemana de Frankfurt…y el tiempo era más que justo ya que sólo había una hora entre la salida de uno y del otro.
Maletas cargadas de ilusión y nervios. Es nuestra primera competición internacional y queremos estar a la altura pero también queremos pasárnoslo bien y disfrutar de las visitas culturales que Cracovia nos ofrece.
Son las 4.45 de la madrugada y estamos en la parada esperando el bus que nos llevará a Madrid. Últimos besos y abrazos de despedida para los que se quedan y…allá vamos. Los primeros kilómetros son de incredulidad; aún no nos hacemos a la idea de que esta noche dormiremos a más de tres mil kilómetros de casa. Es el viaje más largo de nuestras vidas . Pero poco a poco el sueño, o por lo menos la intención de dormir nos va venciendo y en pocos minutos se hace el silencio. Unas duermen…otras lo intentan, pero el dichoso asiento parece que no está por la labor de dejarnos conseguirlo.
Hacemos una parada a mitad de camino. Llueve. Aprovechamos para estirar las piernas y al poco rato volvemos al bus para ya bajarnos definitivamente en la T2 de Madrid. Una vez dentro de la terminal parece que nos an sacado de una película de Paco Martínez Soria, de aquellas que echaban en cine de barrio. No tenemos ni idea de a donde ir, aunque tardamos poco en descubrirlo. Mientras lo descubrimos risas y más risas. Facturamos maletas, localizamos la puerta de embarque, almorzamos y sólo nos queda esperar. Y vaya que si esperamos! el avión viene con retraso de 20 minutos. Este hecho no me preocuparía si no tuviéramos que hacer trasbordo en la ciudad alemana de Frankfurt…y el tiempo era más que justo ya que sólo había una hora entre la salida de uno y del otro.
Ya en el vuelo hacia Krakow, coincidimos también con un grupo de chicos del colegio salesiano de Lisboa de la misma edad. Muy majos, educados y simpáticos. Dos horas más de entretenido viaje en avión para llegar a nuestro destino, en donde nos está esperando una bella señorita llamada Edit, que será nuestra guía durante los juegos. Evidentemente, en honor a un amigo y compañero de trabajo, le planto dos besos a la chica rubia de ojos azules explicándole que es una costumbre española y aquélla se queda a cuadros…sobretodo por que la explicación era en inglés; bueno, en esplanglish…
Nos meten en un autobús de tamaño reducido junto con los chicos de Lisboa, que ahora eran más tímidos. Justo lo contrario que nosotras que ya estábamos como pez en el agua. Una vez embarcados en el bus, ponemos rumbo a la sede. De camino nos percatamos que el bus tiene tendencia a irse a la derecha y vamos dando bandazos. También la puerta se abrió así por las buenas después de un bache. Fue la anécdota. No pasó nada.
Llegamos a la oficina de los juegos y menos en español aquí hablan todos los idiomas que puedan imaginar ¡qué casualidad! Pero si he de reconocer algo, es que he descubierto que sé mucho más inglés del que imaginaba y entre unas y otras nos íbamos defendiendo. Luego nos llevan al hotel, dejamos la maleta corriendo y de nuevo vuelta a la sede para tomar la cena. Nuestro entrenador además debe asistir a una peculiar charla técnica (en polaco, alemán, inglés e italiano…) confieso que me esforcé al máximo para entenderlo todo aunque no lo conseguí al 100%. Una vez acabada la reunión, me dirijo de nuevo al hotel donde estamos hospedadas, me instalo en mi habitación y me pongo a escribir…son las 22:49. El día ha sido largo y creo que me voy a dormir ya. Esperemos tener mañana un gran día en el comienzo de los juegos. Buenas noches.
Ya es de día. Hemos quedado con Edit, nuestra guía, a eso de las 7.30 de la mañana. Me despierto y el sol me atiza en toda la cara. Me visto, me aseo y miro el reloj, que todavía no ha sonado. Marca las 4:33. Me quedo extrañado durante un rato y pienso que no puede ser… luego caigo en eso de la latitud y la longitud, junto con la época del año en la que nos encontramos y las cosas me empiezan a cuadrar. Total, que me vuelvo a la cama tres horitas más.
Entramos en materia y nos dirigimos al pabellón de la calle Rostafinskiego. Hay varias canchas y nos dicen que tenemos que jugar en una que tiene la peculiaridad de que las líneas del campo estan tan cerca de la pared que no cabía público, de hecho, los banquillos pisaban la línea de tres. Primer rival: Salamanca. Aparentemente no parecía que pudiesen dar mucha guerra a las chicas de Villena. Pero la dieron, y no fue hasta finales del tercer cuarto cuando las nuestras dieron lo mejor de sí mismas. Hemos de decir que nos volvió a ocurrir lo de siempre. Buen juego aunque algo nerviosas, empezamos a mover el balón y el rival sólo nos puede parar con faltas y más faltas. Pero reconocemos que en la línea de tiros libres fuimos nefastas. Fallamos muchísimos y esto se paga al final de los partidos. Al descanso el marcador era favorable a las de Villena por 9 – 13 y con alguna jugadora villenera ofuscada por su mala suerte de cara al aro.
En la segunda parte nos dimos una vuelta de tuerca a nosotras mismas y empezamos a presionar, a robar balones, a seguir sacando faltas personales y empezar a meter tiros libres para poder llegar al final del partido con un 21 – 37 para las de Villena. Fenomenal también el apoyo de nuestra legión de seguidores que nos han acompañado a Cracovia con sus cánticos y banderas. Donde van, triunfan!
Por la tarde participamos de una celebración litúrgica en la que ofrecimos un plato conmemorativo y pintado a mano con imágenes de Villena. Después participamos en el desfile inaugural que discurrió por las principales avenidas de Cracovia para llegar finalmente al Auditorium Máximun, donde tuvo lugar la ceremonia de apertura de los juegos. Mañana tenemos jornada de descanso que aprovecharemos para hacer turismo por la ciudad.
Todos estamos bien y mandamos muchos besos y abrazos a nuestros amigos, amigas y familiares que están en España.
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