EL BALONCESTO: ¿SÓLO UN HOBBYE? .......... por Jesús Hernández Francés

Las bienpensantes mentes nos alientan a menudo a practicar deportes u otras aficiones por las muchas ventajas que tiene para la salud y para la mente. Ocupar el tiempo, pasar el rato, hacer alguna actividad, han sido muchas de las razones por las que ha menudo nos motivan a tener un hobbye concreto. Pero después de 25 años de historia de un club, y de mi pertenencia activa a éste desde la temporada 1983-84, tengo que afirmar que el baloncesto es algo más que eso, que una simple actividad o hobbye aislado que una realiza en sus tiempos libres.
En primer lugar, el V-74 representa ya un trozo de la historia de Villena. 25 años en los que el club ha aportado mucho a la juventud de la localidad y a los amantes de este deporte. Lejos de las cifras y los números con los que podría fundamentar esta afirmación, el V-74 ha contribuido al desarrollo y transformación de nuestro pueblo y de muchas de nuestras personas, con un pequeño tejido social que ha sido soporte de innumerables pasiones, vivencias e ilusiones compartidas. 25 años que nos han visto crecer. 25 años de existencia en los que ha desaparecido mucho del patrimonio y de las constumbres de nuestra ciudad, y que casi tan sólo ha sido igualado por algún político "caduco", por el "Bar Alejandro" ( lugar desalida oficial de los partidos de las primeras épocas y último reducto de la resistencia ...) y por la "Churrería Frasquito" ( también lugar oficial de salida y de chocolates energetizantes) entre otros. Un Club que no ha sucumbido ante muchos avatares, soledades y faltas de apoyo público que hemos sufrido en nuestras carnes. Pero pese a las dificultades y al cambio de rostro y fisonomía del club, aún hoy permanecemos vivos con enorme dignidad, estando presentes en cientos de corazones de villeneros/as que se atrevieron un día a acercarse por el "uve".
El baloncesto ha supuesto para muchos de nosotros, algo más que un deporte.
Ha sidoun ámbito dónde hemos aprendido mucho sobre los ingredientes básicos de la vida. El Basket fué el primer lugar donde algunos aprendieron a mentir. Nada de practicar baloncesto para estar más sanos. Muchos utilizaban los entrenamientos para evitar las tediosas clases de inglés, repaso escolar o las clases de mecanografía, con que algunas madres amenazaban a sus hijos/as. Nada de entrenar unos cuerpos para evitar los "malos rollos" de la época. El baloncesto era siempre la excusa perfecta para iniciarnos muchos de nosotros en las inocentes artes de la seducción : vacilar con la equipación nueva, como si de una misión de la NASA se tratase, exhibir nuestros todavía flácidos "musculitos" ante alguna "novieta", y anhelar cruzarnos con los equipos femeninos en la sede o en los entrenamientos, para incluso jugar algún partidillo mixto.(¡¡Dios mio!!) ... "de pelotas".
Nuestras familias no podían levantarnos entre semana de la cama, pero los domingo aprendíamos autodisciplina y dura responsabilidad, por ejemplo levantándonos a las 6.00 de la mañana para jugar en Benidorm, algunos tras largas noches de desmadre. En el club también se aprendía el necesario concepto de renuncia, ya que se entrenaba y se jugaba por encima de otras prioridades: ver a la novia, ver en TV el Un-dos-tres, ir a misa, quedar con los colegas en algún localillo, las sobadas de los domingos por la mañana etc. Más de una ha puesto en peligro sus estudios, sus trabajos, sus parejas... más de algún entrenador y directivo hasta su propia salud.
Aprendimos con los años el valor de la precariedad y de la ausencia de medios. En la actualidad pillamos el "piojo" para ir al "poli". En los primeros años exprimíamos el GS de Miguel desde los "Sale" `para ir a la Ciudad Deportiva, o como algunos "masocas" caminando hasta allí tras el instituto a pié por el "camino viejo". Mobilettes, Vespinos y algún 850 en el mejor de los casos. Es difícil valorar los recursos e instalaciones que hoy tenemos, si no se han vivido situaciones como: Santi, un domingo a las 8.30 h. de la mañana en el C.A.M., quitando hielo de la pista con sal y agua caliente; parte de un verano picando la pista del pabellón festero y alquitranando para poder jugar en Septiembre; mantas y bidones con fuego para el frío de los "chupones" del banquillo en el pabellón; venta continua de calendarios, adhesivos, loterías, entradas de fiestas, sorteos, prendas deportivas, búsquedas angustiosas de sponsors, realización de carteles, pago de cuotas.
En la mayoría de épocas hemos aprendido a vivir a pequeña escala la gloria de la victoria y la amargura del fracaso, casi siempre en soledad. Excepto en las mejores épocas del Pabellón Festero con público, bombo, sorteo y jamón incluido, los jugadores/as de Basket hemos experimentado las pequeñas alegrías y frustaciones sin el alboroto de un gran público que aumentara nuestro ansiado narcisismo. 25 años en lo que hemos aprendido algo acerca del miedo, no sólo al fracaso, sino también viajando con Valero y algún otro. Hemos aprendido muchas más cosas, el compartir (por ejemplo con las excelentes empanadas de la madre de Carpena); el sentido de la elegancia ( con Jhonny, Pepe Rubio etc.); la picardía, imprescindible arma para la vida (que "cucos" eran Chemi, José Eladio,etc); aprendimos a ver volar con más efectividad que el "Concorde" viendo a Salguero (aunque le perdonáramos que no defendiera); vimos destellos de un pequeño dios en José Miguel (siempre estaba en todas partes), conocimos a la ilustración (¡ya está Mac discutiendo con los árbitros!); aprendimos algo acerca del humor mas correoso y chirriante (Wenceslao,Ribera,Cano); saboreamos unos de los sabores más amargos (los codos de Julio); aprendimos el sentido de la amistad (cuantas relaciones se han fraguado en las pista del "uve") y a percibir la simpatía a nuestro alrededor ( era la "leche" estar con Lola y Paqui juntos), contemplamos la paciencia en su estado puro (Diego junto a la canasta esperando "cazar" una buena foto); conocimos algo más sobre la omnipotencia (Agustín jugando de 5 en el centro de la zona); aprendimos, por desgracia, algo sobre la muerte (Merce, Pedro;Pablo A. Descansad en paz); aprendimos el sentido común, la disponibilidad y la generosidad con personas como: Santi, Miguel, José Luis, Angel, José Eladio, Chemi, Pepe "el masero", Pepe Domene, Paco Marco, Sánchez, Manolo y otros muchos que se han dejado la piel por el Club.
Alguno todavía afirma que el baloncesto en el V-74 es un hobbye. Mentira. El baloncesto ha representado para muchos de nosotros/as mucho más que eso: ha sido un estilo de vida, una oportunidad de mejora de nuestra autoestima y solidaridad, un ámbito de apoyo común, una escuela de relaciones humanas, un espacio donde aprender algo sobre el esfuerzo, el dolor, la alegría.
Dice la teoría sistémica que los organismos complejos son algo más que la suma de sus partes. Creo que el V-74 no ha sido y no es una suma de jugadores y jugadoras, sino más bien un pequeñito microcosmos donde crecer como hombre y mujeres. Y como también he aprendido el sentido del agradecimiento .... GRACIAS "UVE" POR EXIXTIR.
ARTICULO CON MOTIVO DEL 25 ANIVERSARIO.

1 comentario:

Anónimo dijo...

me pone los pelos komo escarpias

CLUB BALONCESTO V-74 VILLENA